El 15 de junio de 1979, Joy Division lanzó su primer álbum de estudio: Unknown Pleasures, el cual fue producido por Martin Hannett, quien incorporó sonidos como un elevador, inodoro, comiendo papas fritas y muchos otros más.
Este tipo de acciones lograron que el disco rompiera con esquemas y la base fundamental del punk y un pionero dentro de la creación del post punk. Este trabajo fue el único en el que Ian Curtis viviera en todo su proceso, ya que el 18 de mayo de 1980 se quitó la vida.
Este trabajo o la portada es sin duda uno de los más usados, explotado en playeras, tazas, pósters, tatuajes, y demás materiales físicos y gráficos, pero a su vez es una obra de arte en sonido y el trasfondo de cada una de las canciones, ya que son letras de la mente triste, incomprendida y oscura de Ian Curtis.
Es un álbum oscuro y depresivo marcado por el bajo de Peter Hook, acompañado de una línea gótica de la guitarra de Bernard Sumner y una batería sintética por así decirla, que se adapta a ese nuevo sonido de Stephen Morris.
Cada track es un viaje hacia lo desconocido, hacia mundo inertes, llenos de dudas, de paisajes grises, de pensamientos depresivos, pero que a la vez te provocan una necesidad de bailar y experimentar con tus emociones.
Bandas con Interpol, She Wants Revenge, The Agnes Circles, Editors, Savages en su esencia femenina, y por supuesto New Order, son esos hijos que emulan a un grupo efímero pero longevo en su influencia.
Seguro leerás muchas reseñas, muchas muy románticas e incluso confusas o de plano muy rebuscadas con palabras y una redacción poética medieval que busca engancharse y atraparte, que en algunas ocasiones se logra.
Este disco se tiene que escuchar en todos los estados de ánimo, desde el más alegre y optimista, hasta el más íntimo, oscuro y triste momento, solo así podrás entender toda la esencia de este álbum.
Porque cada vez que lo oyes encontrarás algo nuevo, una palabra, un sonido, un elemento; más razones para escucharlo u odiarlo. Han pasado 45 años y no se ha producido un disco de esta magnitud, con este estruendo musical y probablemente nunca se haga.
Este álbum llegó para hacer historia, para ser único en su especie, para propagarse por lo largo de los años, para trascender y ser uno de los mejores discos de la historia.
Acá la prueba:
Alterno Magazine, notas con pasión.
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